Esto es lo que yo hice para vencer la desmotivación en el trabajo
¿Todavía sigues en ese trabajo que no te gusta y sin buscar ninguna alternativa para salir de ese círculo vicioso?
Sé cómo te sientes.
Yo mismo he estado durante más de 8 años en un trabajo que me empezó a desmotivar.
Mis inquietudes empezaban a ser otras, y no me encontraba cómodo en mi profesión de ese momento.
Llegué a un punto en que el hecho de ir a la oficina me producía ansiedad, estrés.
Vaya por delante que la empresa en la que estaba siempre me trató muy bien. Y estaba a gusto con mis compañeros, mis jefes…
Era yo el que estaba mal.
Mi mente era un volcán en erupción. Tenía mil ideas que quería desarrollar, quería un proyecto propio, pero encerrado entre 4 paredes no podía hacer nada.
Siempre nos frena lo mismo: el miedo.
«Miedo a» no encontrar otro empleo…
«Miedo a» no ser capaz de hacer otra cosa…
«Miedo a» no saber qué hacer…
«Miedo a» qué dirán…
Miedo a, miedo, a miedo a… y así un día tras otro.
Y pasan los días, y pasan los años, y te das cuenta tarde de que has tirado tu vida por la borda y no has hecho nada…
Lo único que has hecho es vivir amargado día tras día, y no has hecho nada para evitarlo.
Por fortuna yo puse remedio a tiempo. Lo contrario de otras personas mayores que yo que vivían con una amargura extrema.
«Tenía que haber hecho…«, «Si yo hubiera…«, «Si yo hubiera sabido esto…«
Palabras de lamento día tras día.
Lamentos que desafortunadamente he escuchado muchas veces a lo largo de mis 22 años de vida laboral en la empresa privada.
Lo mío ha sido un proceso de varios años, pero todo en la vida suma.
Pero entendí que para salir de ahí necesitaba hacer algo distinto, tomar acción. Las cosas no suceden solas.
Así que en 2021 dejé mi empleo gracias a todo lo que, por iniciativa propia, había construido durante todos esos años.
Desde 2013, a la vez que trabajaba por cuenta ajena:
Cree mi propio blog «NoSoloEconomia».
Aprendí copywriting de la mano de Maider Tomasena.
Colaboré con dos entidades de apoyo a emprendedores.
Asistí a eventos, aún sin conocer absolutamente a nadie. Quería abrir mi mente, inspirar a otras personas con mi experiencia y hacer lo que me gustaba.
Entregué un premio a los emprendedores Worldcoo en calidad de medio colaborador.
Acudí a la firma del primer libro de la emprendedora Sandra Gómez Marrupe.
Inicié una formación sobre negocios digitales con Frank Scipion.
Inicié una formación sobre cómo crear una web desde cero para mejorar mi proyecto de la mano de Javier Elices.
Colaboré en dos proyectos de Network Marketing.
Viajé dos veces a EEUU para asistir a dos eventos corporativos.
Aprendí trading.
Profundicé en el Marketing de Afiliación, especializándome en Afiliación Profesional. Y me encanta, porque va de lo he hecho durante toda mi trayectoria: CONECTAR PERSONAS.
Al final, todo lo que haces en la vida cuenta. Todo es aprendizaje.
Mención especial merece el mejor de los viajes: uno a México por amor.
Hay mil cosas por hacer. Lo único que hay que hacer para avanzar es QUERER.
Vencer miedos, paradigmas y bloqueos es lo que se necesita para no caer en esa desmotivación en el trabajo.
Luchar por nuestros sueños, sin excusas. (Mi vida no ha sido fácil, y podría haber puesto todas las del mundo).
Ya no soy de títulos. En lo único que pienso es en qué puedo hacer por tí, por mi audiencia, por los que confían en mi trabajo.
Los «es ques«, los «peros» y Neftlix no van a pagar tus facturas ni van a hacer que tengas libertad de tiempo y de dinero.
Hay que echarle ganas.
Hay que conectar con uno mismo/a, con nuestra esencia. Alcanzar la paz interior. Ser auténtico.
Luchar por nuestras convicciones y perseguir nuestros objetivos sin excusas, aunque el entorno te diga que estás loco/a o que te busques un trabajo de verdad.
Hay que visualizar, sentir y construir. Tener la firma convicción de que todo saldrá bien.
Señores, señoras: el mundo está en plena transición y nada volverá a ser como antes.
De tí depende: Si conectas con tu interior y con tus sueños y metas, o conectas con los miedos, bloqueos y paradigmas del exterior.
No te digo que hagas mil cosas como yo, pero haz algo. El tiempo pasa, y no nos damos cuenta.
Un fuerte abrazo.